“Estamos frente a una situación que fue cruelmente planificada y a un despliegue de esfuerzos consecuentes para disimular” el asesinato de Khashoggi, ha declarado este lunes en Ankara (capital de Turquía) a la prensa Omer Celik, portavoz del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) turco.
Con esa declaración, Celik ponía en duda la versión ofrecida por el régimen saudí sobre la muerte del prominente periodista, muy crítico con la política de Riad, que ha descrito como un “crimen extremadamente complejo”.
“Afortunadamente, todo saldrá a la luz y los responsables serán castigados para que no se atrevan a pensar siquiera en volver a hacer estas cosas”, ha agregado el político turco.
Estas palabras llegan cuando el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tiene planeado revelar mañana martes los “detalles” de la investigación turca sobre el asesinato de Khashoggi, que desapareció el pasado 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul.
Este mismo lunes, las fuerzas de seguridad turcas han informado de que, en el marco de las averiguaciones abiertas por la muerte de Khashogi, están examinando un vehículo del consulado saudí abandonado en las afueras de Estambul.
Transcurridas más de dos semanas de la misteriosa desaparición de Khashoggi, el pasado sábado las autoridades saudíes reconocieron oficialmente que la muerte del periodista sucedió en el consulado, supuestamente “en una pelea”.
Sin embargo, muchos países del mundo, incluso aliados occidentales de Riad, han destacado que aun existen muchos interrogantes en torno al caso y han reclamado que se investigue de forma rigurosa la explicación saudí.
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