'Las devastadoras inundaciones registradas en este invierno influyen en que los menores sean más proclives a la hipotermia y enfermedades respiratorias', dijo el representante de Unicef en Iraq, Peter Hawkins.
La mayoría de las familias desplazadas viven en la pobreza y no pueden pagar el combustible para calentar el hogar, agregó.
En el norte, donde vive la mayoría de la etnia Yazidi, las temperaturas caen por debajo de cero grado centígrado y en casas o campamentos en ruinas, Unicef alerta que carece de recursos para protegerlos.
Como parte de su campaña de invierno, el organismo de la ONU aspira a proporcionar abrigos a unos 60 mil niños que viven en campamentos y en áreas de difícil acceso.
La declaración de UNICEF publicada ayer coincidió con el Día Internacional de los Derechos Humanos y el aniversario de la derrota del Estado Islámico en Iraq.
'Mientras el mundo celebra la increíble historia de Nadia Murad sobre la supervivencia y su trabajo por los derechos humanos, recordemos que hay muchos niños vulnerables en Iraq que aún necesitan nuestro apoyo, incluso si la peor parte de la violencia puede haber terminado', dijo Hawkins.
En octubre, Murad, una yazidi secuestrada por los terroristas en 2014 y que luego escapó, fue la primera iraquí en recibir el Premio Nobel de la Paz junto con el doctor congoleño Denis Mukwege.
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