Solo una semana demandó la realidad, y esa curiosa tómbola que se llama destino, para que la imagen pública prolija, honesta y de valores republicanos minuciosamente construida por los asesores de imagen se vaya por la borda.
Es que la nota de investigación de Tiempo Argentino demostró palmariamente una desagradable realidad de corruptela y atropellos éticos del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al firmar de manera directa con la empresa Usina Producciones, del hoy candidato en primer lugar a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires Fernando Niembro, ciento setenta contratos por veintiún millones de pesos.
No obstante cuando se profundiza las cosas se ponen peor, como por ejemplo con la venta de Niembro de su participación en la empresa por la irrisoria cifra de veinte mil pesos, menos del uno por mil de las utilidades contratadas en pocos años.
Tampoco ayuda demasiado el hecho de que los protagonistas se digan y contradigan de manera permanente sobre supuestas licitaciones y otras yerbas; menos aún que intenten explicar que una empresa que tiene como fin vender publicidad repentinamente haga encuestas y trate temas relacionados con la higiene urbana.
Por si esto fuera poco Esteban Bulrich salió a dar la solución al tema al Canal América "si terminamos de afanar la guita que nos estamos llevando a los bolsillos, si hacemos que la ineficiencia de invertir en cosas que no sirven para nada se ponen a laburar en educación y si ponemos un eje, la guita no solo está para esto -sino también- está para las dos revoluciones de las que habla Mauricio (Macri) la de educación y la de infraestructura”.
Por supuesto que todo esto no fue mencionado por los medios opositores que ya no saben que inventar para intentar quitar este tema del foco de atención.
Pero si esto complicaba no poco la situación del partido emblema del Poder económico el fin de semana lo recibió con un nuevo mazazo a sus expectativas electorales.
Es que si el Asunto Niembro podía resolverse con un “somos tan corruptos como los que denunciamos pero tenemos una gestión eficiente” la muerte del pibe de Villa Soldati también demolió este caballito de batalla PRO.
Y no afirmamos aquí que estas afirmaciones fueran reales al margen de los dos casos que estamos mencionando, sino que estos dos casos son ejemplos inapelables desde cualquier punto de vista.
Es que el material de archivo muestra a un exultante Rodríguez Larreta en abril anunciando con bombos y platillos la finalización de obras en el complejo Villa Soldati; y el fin de semana anunciando que esas obras estaban en pleno desarrollo.
Lo cierto es que el tema Soldati cuestiona firmemente la capacidad gestionadora del PRO que priorizó pintar el complejo habitacional por un monto de cincuenta millones de peso pero no invirtió un solo peso en los ascensores, que se encuentran en terrible estado, ni en la mampostería que, como quedó demostrado con la muerte del pibe de dieciséis años se encuentra en estado lamentable.
Tan cierto todo esto que desde el partido de los globitos amarillos se suspendieron durante el fin de semana todas las actividades proselitistas programadas.
Ahora habrá que esperar para ver si se puede esconder todo esto bajo la alfombra del olvido o si estos hechos hieren de muerte las posibilidades del PRO de pelear las elecciones generales de octubre.
