(10/10/18 - ¡Cambiemos!)-.En el marco del conflictivo enfrentamiento que mantienen la ex fiscal de la dictadura cívico militar y diputado de la coalición de gobierno Elisa Carrió y gran parte del gobierno, incluido el propio presidente, Mauricio Macri decidió degradarla del cargo que se había autoinvestido.
La mediática legisladora, que gusta autonominarse con ampulosos títulos, como garante de la democracia, defensora de la república y últimamente garante de la lucha contra la corrupción fue degradada por mandato presidencial de cucarda de fiscal anticorrupción a través del ministro Frigerio.
Ni bien salió de la primera reunión de Gabinete con el mandatario presente tras las críticas y amenazas de "Lilita" apuntadas directamente contra el líder PRO, Frigerio fue el elegido para tomar el guante. Elogió a la diputada, pero lanzó fuertes definiciones para marcarle la cancha a la aliada CC y que la interna no hiera la imagen presidencial en torno a la transparencia.
Evidemente, el macrismo navega un descanso a la "tormenta" financiera, pero para su pesar le tocó atravesar ese impasse cruzado por un "tormentón" político: después de las duras críticas directas contra la figura presidencial y las amenazas explícitas de destruir Cambiemos, Mauricio Macri mandó a redoblar la apuesta e hizo que uno de sus ministros más poderosos salga a quitarle públicamente el "cargo" moral en que "Lilita" se autodesignó como "garante de la República" contra la corrupción.
Es que ni bien salió de la primera reunión de Gabinete, que encabezó el propio Macri, tras la pérdida de confianza de Carrió y la amenaza de que elijiera entre ella y Daniel Angelici, el ministro del Interior fue el elegido para tomar el guante. Para ello, primero elogió a la diputada, pero acto seguido lanzó fuertes definiciones para marcarle la cancha a la cofundadora de Cambiemos y que la interna no hiera la imagen presidencial en torno a la transparencia, una de las banderas que el líder PRO vendió desde antes de llegar a Casa Rosada.
"Quiero resaltar con mucha claridad que acá el garante de la lucha contra la corrupción y las mafias y por tener un Estado con mayor transparencia es el Presidente", disparó sin anestesia Frigerio, con el canciller Jorge Faurie a su lado, en el marco de la respuesta a los medios tras la reunión de Gabinete.
Es que en el Gobierno buscan bajarle el tono a la polémica que abrió Carrió con su embestida que se centró primero contra el ministro de Justicia Germán Garavano pero que luego subió de tono y derivó en una advertencia contra el propio Presidente respecto a que "tiene dos meses para pensarlo" antes de que su ida de Cambiemos sea "irreversible", que ya no tiene su "confianza", aunque luego se encargó de desdramatizar al asegurar que "no" va a romper.
Pero la Casa Rosada quiere que, más allá de su desenlace, la cruzada de Carrió no cristalice una imagen según la cual Macri permitiría la corrupción y las mafias y sólo sería "Lilita" la persona capaz de poner un freno a ese mal contra la República.
Según Frigerio, Cambiemos "es un espacio político donde siempre se respetan las diferencias" y negó que esta interna ponga "en riesgo la gobernabilidad".
"Carrió es cofundadora de Cambiemos y ha sido muy contundente este fin de semana al dejar en claro su permanencia dentro de este espacio político, en el que siempre se respetan las diferencias de opinión", dijo el ministro como portavoz del Gobierno respecto de "elogiar" a la dirigente chaqueña en su rol, pero marcándole el límite.
Por eso, explicó: "En consecuencia no todos tenemos que pensar lo mismo y tener la misma valoración sobre los dirigentes y funcionarios del espacio". Con esto último, Frigerio dejó claro el respaldo a Garavano y al titular de la AFIP Leandro Cuccioli, quien echó de sus cargos a dos funcionarios a los que Carrió valoraba especialmente por haber denunciado supuesta corrupción kirchnerista pero, especialmente, por ser quienes supuestamente investigaban a Ángelo Calcaterra, primo de Macri, desde el organismo recaudador.
La mediática legisladora, que gusta autonominarse con ampulosos títulos, como garante de la democracia, defensora de la república y últimamente garante de la lucha contra la corrupción fue degradada por mandato presidencial de cucarda de fiscal anticorrupción a través del ministro Frigerio.
Ni bien salió de la primera reunión de Gabinete con el mandatario presente tras las críticas y amenazas de "Lilita" apuntadas directamente contra el líder PRO, Frigerio fue el elegido para tomar el guante. Elogió a la diputada, pero lanzó fuertes definiciones para marcarle la cancha a la aliada CC y que la interna no hiera la imagen presidencial en torno a la transparencia.
Evidemente, el macrismo navega un descanso a la "tormenta" financiera, pero para su pesar le tocó atravesar ese impasse cruzado por un "tormentón" político: después de las duras críticas directas contra la figura presidencial y las amenazas explícitas de destruir Cambiemos, Mauricio Macri mandó a redoblar la apuesta e hizo que uno de sus ministros más poderosos salga a quitarle públicamente el "cargo" moral en que "Lilita" se autodesignó como "garante de la República" contra la corrupción.
Es que ni bien salió de la primera reunión de Gabinete, que encabezó el propio Macri, tras la pérdida de confianza de Carrió y la amenaza de que elijiera entre ella y Daniel Angelici, el ministro del Interior fue el elegido para tomar el guante. Para ello, primero elogió a la diputada, pero acto seguido lanzó fuertes definiciones para marcarle la cancha a la cofundadora de Cambiemos y que la interna no hiera la imagen presidencial en torno a la transparencia, una de las banderas que el líder PRO vendió desde antes de llegar a Casa Rosada.
"Quiero resaltar con mucha claridad que acá el garante de la lucha contra la corrupción y las mafias y por tener un Estado con mayor transparencia es el Presidente", disparó sin anestesia Frigerio, con el canciller Jorge Faurie a su lado, en el marco de la respuesta a los medios tras la reunión de Gabinete.
Es que en el Gobierno buscan bajarle el tono a la polémica que abrió Carrió con su embestida que se centró primero contra el ministro de Justicia Germán Garavano pero que luego subió de tono y derivó en una advertencia contra el propio Presidente respecto a que "tiene dos meses para pensarlo" antes de que su ida de Cambiemos sea "irreversible", que ya no tiene su "confianza", aunque luego se encargó de desdramatizar al asegurar que "no" va a romper.
Pero la Casa Rosada quiere que, más allá de su desenlace, la cruzada de Carrió no cristalice una imagen según la cual Macri permitiría la corrupción y las mafias y sólo sería "Lilita" la persona capaz de poner un freno a ese mal contra la República.
Según Frigerio, Cambiemos "es un espacio político donde siempre se respetan las diferencias" y negó que esta interna ponga "en riesgo la gobernabilidad".
"Carrió es cofundadora de Cambiemos y ha sido muy contundente este fin de semana al dejar en claro su permanencia dentro de este espacio político, en el que siempre se respetan las diferencias de opinión", dijo el ministro como portavoz del Gobierno respecto de "elogiar" a la dirigente chaqueña en su rol, pero marcándole el límite.
Por eso, explicó: "En consecuencia no todos tenemos que pensar lo mismo y tener la misma valoración sobre los dirigentes y funcionarios del espacio". Con esto último, Frigerio dejó claro el respaldo a Garavano y al titular de la AFIP Leandro Cuccioli, quien echó de sus cargos a dos funcionarios a los que Carrió valoraba especialmente por haber denunciado supuesta corrupción kirchnerista pero, especialmente, por ser quienes supuestamente investigaban a Ángelo Calcaterra, primo de Macri, desde el organismo recaudador.
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