En un comunicado emitido este lunes a través de su página Web, el citado ministerio precisa que el exteniente general Gu Junshan, quien fue subdirector del poderoso departamento logístico del Ejército, ha sido juzgado por crímenes entre ellos soborno, abuso de poder y uso indebido de fondos públicos.
Además ha sido privado de su rango de teniente general y el Estado ha decomisado todas sus ganancias y bienes obtenidos de manera ilícita.
Gu, detenido a principios de 2014, según publicó el pasado año el semanario Phoenix Weekly, vinculado al Gobierno central chino, llenaba coches de lujo con lingotes de oro que entregaba luego a sus "colaboradores" y era especialmente aficionado a las estatuas de oro de Buda. También fue acusado de presunta venta de cientos de puestos en el Ejército.
En China, el aplazamiento normalmente significa que la sentencia de muerte es conmutada por cadena perpetua tras dos años de buen comportamiento.
"El tribunal militar ha determinado que la cantidad de sobornos que Gu Junshan aceptó fue enorme; las nocivas consecuencias (fueron) especialmente graves; la cantidad de malversación de fondos públicos, inmensa; y los detalles de su abuso de poder, especialmente serios", ha asegurado una fuente del tribunal al indicar que el juicio se ha llevado a cabo a puerta cerrada para salvaguardar los "secretos militares".
No es la primera vez que un alto cargo militar chino es acusado de corrupción tras la dura campaña anticorrupción impulsada por el presidente chino, Xi Jinping contra algunos altos cargos de empresas estatales, entre ellas las sanitarias, incluidos médicos y otros funcionarios del ramo, así también de la jerarquía del Ejército.
Uno de los casos más destacados se produjo entre 2004 y 2012 cuando el tribunal chino investigó al exgeneral Xu Caihou, número dos del Ejército chino por corrupción, el caso quedó cerrado después de la muerte del acusado debido a a un cáncer de próstata el pasado marzo.
Además, un total de 127 ejecutivos del sector bancario de China han sido condenados por corrupción desde agosto pasado, según han informado medios de comunicación chinos. La mitad de los sentenciados,presidentes de bancos o jefes de filiales locales, han sido imputados por cohechos, malversaciones de fondos, préstamos ilegales y otros delitos, acorde al documento.
La campaña contra la corrupción en China ha llevado a miles de arrestos y sentencias judiciales hasta la fecha.
