Lo que la gobernadora de la provincia de Buenos Aires realiza en realidad es continuar avanzando sobre la educación publica que se ha visto perjudicada desde el comienzo mismo de la gestión de la alianza neoliberal-conservadora Cambiemos que lidera Mauricio Macri y que incluye al PRO y otras fuerzas menores.
Luego de cerrar ocho colegios del Delta, el gobierno bonaerense decidió clausurar otras 39 escuelas rurales de la Provincia a poco del comienzo del ciclo lectivo, con lo que están en riesgo de quedar fuera del sistema 80 chicos. A contramano del argumento oficial, aseguran que concurren hasta 10 estudiantes a cada una de las instituciones afectadas, cantidad razonable para zonas rurales.
El cierre contempla a tres jardines rurales y un secundario para adultos de la localidad de Tres Arroyos, dos primarias de General Viamonte, ocho escuelas en Lincoln, dos primarias de Junín, otras dos en Balcarce, dos en Chivilcoy, dos en Pehuajó, tres en Bolívar y otra en Chascomús, entre otras.
El riesgo de que muchos de los alumnos salgan completamente del sistema educativo existe, a pesar de que sean relocalizados, porque es probable que muchos de ellos no cuenten con los recursos necesarios para trasladarse a sus nuevas instituciones, ya que, justamente, el rol de las escuelas rurales es marcar una presencia física de la educación pública en aquellas zonas distantes a los centros urbanos.
