La protesta, que ha tenido lugar en la Plaza de Italia de París, ha contado con la participación de decenas de miles de trabajadores, que han expresado su rechazo a la reforma laboral que promueve el Gobierno del presidente de Francia, François Hollande.
Según medios de comunicación, unos 700 autobuses transportaron a los manifestantes a la capital desde toda Francia para participar en la marcha.
Sin embargo, la manifestación se convirtió en un campo de batalla cuando la Policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los indignados que, a su vez, arrojaron botellas y adoquines contra las fuerzas de seguridad.
Además, 15 personas han sido detenidas durante esta gran manifestación, convocada por los sindicatos que rechazan la referida reforma, que, entre otras cosas, concede más libertad a las empresas para extender las jornadas de trabajo y despedir empleados.
El sindicato de trabajadores CGT ha afirmado, por su parte, que esta marcha será la mayor demostración de fuerza desde que comenzaran las protestas contra la reforma laboral a principios de marzo.
En las últimas semanas París ha sido escenario de numerosas manifestaciones contra los proyectos de reforma laboral. De acuerdo con el Gobierno socialista, estos proyectos pretenden dar mayor flexibilidad a las empresas para luchar contra el desempleo, mientras que sus detractores consideran que aumentarán la precariedad laboral al prolongarse la jornada laboral hasta las 46 horas semanales.
Francia, que acoge en estos días el mayor torneo deportivo europeo, la Eurocopa de Fútbol 2016, enfrenta también otros problemas, entre ellos el caos por la acumulación de basuras, huelgas internas en el transporte público y aéreo, e incluso la amenaza terrorista.
