No obstante este no debiera ser un tema que escandalizara a nuestra sociedad, muy por el contrario quienes conforman el 51 % que votó en segunda vuelta la propuesta de la derecha argentina debería saber que votó esto y en caso contrario debería plantearse seriamente su compromiso con el sistema democrático.
Es que pensar que un gobierno de derecha neoliberal, que es decir a la derecha de la derecha, va a realizar un gobierno que no responda a sus ideas es de una ingenuidad rayana en la idiotez... si tiene cuatro patas, ladra y tiene cola... es un gobierno de derecha neoliberal.
Nadie puede negarle a Macri que dio señales suficientes de su bagaje ideològico, desde su famosa definición: "los homosexuales son enfermos" hasta el entorno conformado por curiosos ejemplos de crías de dinosaurios, cuando no de dinosaurios propiamente dicho.
Los herederos de Martínez de Hoz, de Braun Menéndez, Melconian, Prat Gay son solo algunos botones de muestra a los que ahora se suma Gómez Centurión, y que sumado al intento de quitar entidad al feriado del 24 de Marzo, a la negación de los treinta mil desaparecidos y la luz verde a los sectores judiciales remanentes de la dictadura para otorgar libertad domiciliaria a los genocidas presos dan un claro enfoque ideológico a un gobierno que nunca se encargó de negar demasiado enfáticamente su condición de derechista.
Y es que, más bien, ciertas definiciones como aquella legendaria de Peña diciendo que el gobierno tiene "orientación socialista" son una especie de ironía grosera que pretende insultar de una manera más refinada al ciudadano.
Así las cosas queda claro que las expresiones de Gómez Centurión son solo una expresión políticamente incorrecta del pensamiento de un gobierno de derecha que no es ni pretende ser progresista, sino un fiel exponente de los intereses de los sectores dominantes de la economía.
No hay demasiado que añadir a partir de aquí, solo asumir que así como es imposible esperar peras de un olmo resulta imposible pedir a un gobierno conservador de derecha políticas progresistas.
Ya fueron por muchos, pero aún restan muchos más por los que irán en los próximos meses.
