(24/01/16 - Unión Cívica radical)-.La coalición derechista en el poder, ya desprovista de todo tipo de recato parece dispuesta a sorprendernos a diario con su repugnante ideología vertida sin ningún pudor.
A las incontables muestras de desprecio y cinismo del PRO se suman a diario las realizadas por los referentes de la Unión Cívica Radical, hace algunas décadas un partido de discurso popular.
A las constantes frases xenófobas de Gerardo Morales; Yuyito Buryaile y el Milico Aguad, el partido centenario suma ahora una nueva figura de su poker reaccionario, en la voz de la titular de la convención nacional y diputada del Parlasur Lilia Puig.
En medio de una disparada de precios, ola de despidos y advertencia del Gobierno de optar entre salario o empleo, la dirigente de la UCR y parlamentaria del Parlasur, Lilita Puig, pidió a los argentinos “entender que somos un país pobre” y “vivir de acuerdo a nuestros ingresos”. Lo justificó al afirmar que “hemos vivido en una farsa estos 12 años”.
La farsa a la que alude la titular de la convención partidaria es la de comer todos los días, tomarse vacaciones, tener trabajo, desendeudarnos de los compromisos contraídos por gobiernos neoliberales como el de la alianza derechista PRO-UCR-ARI-FE, pensar en tener una vivienda, y otras farsas virtuales por el estilo.
Con estas palabras, Puig, esboza claramente cual es el rol que desde su partido y la alianza que gobierna el país asignan a los trabajadores, que mientras ellos perciben dietas que aumentan por sobre la inflación desatada por ellos mismos obliga a la masa trabajadora a negociar pérdida de poder adquisitivo a cambio de mantener sus salarios.
Es curioso que la farsa de los últimos doce años haya logrado sostener de manera cuasi constante el aumento del poder adquisitivo salarial y mejorar el reparto de ingresos, temas que los mismos cínicos dirigentes que hoy nos invitan a asumir nuestra pobreza corrían por izquierda.
Esta misma señora, o algún mentiroso miembro de su partido hablaban hasta antes d ganar las elecciones de la "miseria que percibían los jubilados" y proponían llevar las jubilaciones al 82% móvil, y hoy les recuerdan a esos mismos jubilados que "viven en un país pobre" por lo que deberían acostumbrarse a comer día por medio.
La alianza de derecha que gobierna al país no puede ya argumentar que ejercen el poder de manera legítima porque la legitimidad democrática no la otorgan solo los votos, sino el respeto a las promesas de campaña y no están cumpliendo ninguna de las que hicieron a los sectores mayoritarios de la sociedad.
Llegó la hora de exigir, a este, nuestro gobierno, aunque no lo hayamos votado, que cumpla sus promesas, que aumente las jubilaciones, que no toque las paritarias libres, que no acceda a los reclamos de los fondos buitres, que respete las empresas nacionales como YPF, Aerolíneas, ARSAT y demás, que garantice el acceso de todos los argentinos a Fútbol para todos, que garantice la independencia de nuestro país de las injerencias de organismos extranjeros como el FMI y que lo haga sin contraer deuda externa que condicione el futuro de los argentinos.
Si no pueden hacerlo deben dar un paso al costado y convocar a nuevas elecciones porque en caso contrario perderán toda legitimidad democrática.
El voto popular no es un cheque en blanco, se votan ideas y propuestas y esas ideas y propuestas deben cumplirse y ponerse en práctica. Si no lo pueden hacer... ¡Que se vayan!
*Por Hugo Delgado
