Según informaron fuentes del Ejército iraquí citadas por el portal de noticias AlSumaria News, los ataques aéreos de la Fuerza Aérea iraquí se efectuaron sobre un puesto de mando de Daesh en la provincia de Kirkuk, en el norte de Irak, cerca de Mosul, el principal bastión de los extremistas en el territorio iraquí.
En los ataques también murieron varios estrategas de gran experiencia y guardaespaldas de los comandantes; además de los daños causados sobre la edificación en cuestión, que la dejó completamente fuera de uso.
Al mismo tiempo el Ejército, apoyado por las fuerzas populares iraquíes (también conocidas como Al-Hashad Al-Shabi), consiguió liberar las aldeas de Khazraj y Al-Nowaiem, situadas a unos 140 kilómetros de la capital iraquí, Bagdad, tras intensos combates con los terroristas.
También las Al-Hashad Al-Shabi consiguieron derribar una aeronave no tripulada (dron) operada por Daesh en las cercanías de Mosul. De acuerdo con varias fuentes, el dron estaba espiando a las fuerzas iraquíes cuando fue abatido.
Los recientes avances de las fuerzas iraquíes en las zonas norteñas de Irak han obligado a los terroristas a retroceder y fortificar sus posiciones cerca de Mosul, urbe que el Ejército iraquí busca liberar.
Desde junio de 2014, cuando los terroristas lanzaron una ofensiva relámpago desde Siria, la ciudad de Mosul se ha convertido en el bastión principal del EIIL en Irak.
No obstante, a finales del pasado mes de marzo, la Comandancia de Operaciones Conjuntas del Ejército iraquí anunció el comienzo de una ofensiva a gran escala desde tres frentes para recapturar Mosul.
